Hoy en día, todos somos usuarios y buscamos marcas que realmente nos aporten algo distinto. Algo que conecte con nuestra manera de ser.
Experiencia de marca
La experiencia de marca transforma ideas en emociones. Vivimos en un entorno saturado, la mayoría de las marcas usamos las mismas plataformas de comunicación y similares estrategias de marketing y publicidad. ¿Cómo podemos marcar la diferencia entonces? La clave está en la experiencia. La experiencia que brindas a tus clientes, las sensaciones que viven al contactar con nuestro proyecto, contratar y experimentar nuestros servicios.
Hoy en día, todos somos usuarios y buscamos marcas que realmente nos aporten algo distinto. Algo que conecte con nuestra manera de ser. Buscamos conexiones humanas y reales en entornos digitales. Es en ese momento cuando, como marcas, debemos elevar la experiencia que ofrecemos para llegar más allá de las limitaciones de nuestros servicios. Expandir al máximo nivel la experiencia. Para ello, la incorporación del unboxing, o materialización de servicios, puede ser un gran aliado.
1. ¿Qué quieres que experimente el usuario, qué quieres transmitir?
Una experiencia de marca debe ser emocional. Ya no es suficiente con cubrir una necesidad, hay que ir más allá, y convertir todo el proceso en una experiencia para el cliente.
2. ¿Qué quieres comunicar? ¿Qué historia tienes que contar?
Toda experiencia está basada en una historia, la de la marca y el cliente. Un universo verbal propio lleno de expresiones propias. Un hilo conductor que ayude a la inmersión total y envuelva al cliente con todo el universo de la marca.
3.¿Cómo lo vas a materializar?
El diseño da cuerpo a la experiencia de marca. El entorno que creemos, los canales que usemos (físico o digital), el empleo de las formas, los colores, las texturas, los olores… Todos estos elementos contribuyen a dar forma a la experiencia de marca, que puede verse multiplicada en la experiencia de unboxing.
Como marcas, cuidar la experiencia significa ofrecer al cliente una experiencia memorable, en la que se cuide y mime cada uno de los procesos en los que el cliente tiene contacto con la marca. El antes, el durante y el después.
Experiencia de Unboxing
Hasta el momento hemos estado hablando de dos conceptos, la experiencia de marca, y la experiencia de unboxing.
La experiencia de marca (brand experience) es el resultado de las experiencias, sensaciones y sentimientos que un cliente desarrolla al tener contacto con una marca. Va más allá del producto o servicio en sí, pues se nutre de las emociones que nos despierta una marca y que hace que la volvamos a elegir sin dudarlo.
Como marcas, cuidar la experiencia significa ofrecer al cliente una experiencia memorable, en la que se cuide y mime cada uno de los procesos en los que el cliente tiene contacto con la marca. El antes, el durante y el después.
Si usamos la definición pura de experiencia unboxing, la definimos como acción de documentar, ya sea en vídeo o mediante fotografías, la apertura del paquete de un determinado producto.
Esta es una descripción muy simplificada, ya que no se trata solo de documentar la apertura de un paquete, sino también analizar cada uno de los detalles que lo conforma. Embalaje externo, diseño de la caja, calidad de los materiales, protecciones y, por supuesto, los elementos que se incluyen.
¿Podemos exportar esta experiencia de unboxing a los servicios? ¿Podemos ofrecer una experiencia en la que algo intangible se convierta en una experiencia sensorial?
Sí. Y no solo es que sea posible, es una oportunidad única para sorprender y conectar con nuestro cliente de una forma brutal.
¿Podemos incluir experiencias unboxing en los servicios? ¿Podemos hacer tangible un servicio intangible? ¿Podemos ir más allá y establecer un nexo de unión humano y único con nuestro cliente? La respuesta es sí.
Experiencia de unboxing en servicios.
La experiencia de marca entra en juego desde el primer minuto en el que tu posible cliente requiere de información, solicita un presupuesto o contrata el servicio, y hasta que finaliza el proceso de trabajo. Es primordial establecer experiencias de calidad de la experiencia a lo largo de toda esa relación.
Hasta aquí todo claro, pero ¿podemos incluir experiencias unboxing en los servicios? ¿Podemos hacer tangible un servicio intangible? ¿Podemos ir más allá y establecer un nexo de unión humano y único con nuestro cliente?
La respuesta es sí.
En estas nos vimos en el estudio cuando decidimos que queríamos hacer tangibles nuestros diseños y poner el broche de oro al proceso que durante meses compartimos con nuestras clientas y sus marcas y proyectos.
El proyecto de packaging de Malicia nos tiene totalmente enamorados.
La mintpizza
La idea se materializó en una “work box”, una caja con la que poner el broche de oro a la experiencia del cliente. Una caja que no solo materializa la marca, sino que cuenta una historia y recoge la parte gráfica y la humana. Experiencia personal y experiencia de marca.
Nuestra caja de pizza encierra una historia: cada una de nuestras marcas son una porción de esta pizza que devoramos con pasión. Pero, además del storytelling que rodea a la caja, los elementos que la componen ayudan a afianzar los lazos humanos y la historia que nos une a nuestros clientes.
Una carpeta con su marca. Un diseño que poder tocar. Pero que además va más allá y se convierte en un elemento muy práctico ya que funciona como “chuleta” al incluir un resumen de su manual de marca.
Elementos de escritorio para estar presentes en su día a día, pero que además contienen guiños a momentos informales y relajados del proceso. Como recomendaciones de series, la pizza de los viernes, la organización como clavo ardiendo al que agarrarnos para no perder la cabeza, confetti para celebrar juntos en la distancia la nueva etapa que comienzan.
Historia, sensaciones y sentimientos. Un servicio convertido en experiencia. Una experiencia basada en las relaciones humanas.
Launch box, de Arte de Marte estudio
Otro momento en el que la experiencia de marca puede despegar junto a la de unboxing es a través de las “launch box” o cajas de lanzamiento.
Hace unos meses nos llego al estudio una caja de nuestras amigas de Arte de Marte. Nos invitaban a un viaje a Marte (más que a Marte, era a su nueva web) y nos entregaban una caja con todo lo necesario para el viaje.
Una historia conectada a ellas, sus servicios e historia de marca. Unos elementos que sumaban y materializaban la idea (diseño de Esther Barniol). Nada al azar, todo bien hilado para conseguir una experiencia de marca memorable y un unboxing espectacular.
Como puedes ver a través de los ejemplos con los que hemos ilustrado este post, llevar a otro nivel la experiencia de marca de tus servicios y proyecto está en tu mano, y es claramente una forma de diferenciarte y apostar por la experiencialidad (gracias @gemmafillol por este magnifico concepto) en un entorno digital lleno de ruido.
Pero además, has podido comprobar que si sumas en el momento justo una experiencia de unboxing, creada con sentido y foco, multiplicarás el impacto humano en tu cliente.
¿Afianzamos la idea?
Párate a pensar en la experiencia de marca que ofreces. Independientemente de cuál sea el canal que utilices, el producto que vendas o el servicio que prestes, los clientes buscan recibir una experiencia bonita. Y en eso debes trabajar.
Para lograr este objetivo, analiza cada punto de contacto y observa en qué momento del proceso puedes mejorar o, mejor dicho, sorprender.
La mayoría de las veces no se trata de contar con grandes presupuestos, sino con buenas ideas que hagan llegar a nuestros clientes la gratitud que sentimos.
Si estás decidida a dar el paso y apostar por la experiencia de unboxing en tus servicios y no sabes por donde empezar, en el estudio estaremos encantados de ponernos a trabajar contigo, mano a mano, para conseguir una experiencia de marca que deje a todos tus clientes con la boca abierta.
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